Vaya por delante que nunca he tenido una gran experiencia o una experiencia particularmente intensa con los blogs ni como usuario (los que más o menos sigo no lo hago de forma sistemática) ni mucho menos como escritor. Creo haber abierto uno en un curso de formación de la misma temática que éste y me costaría ahora hasta encontrar la dirección original puesto que no le di continuidad alguna más allá de los ejercicios que se nos asignó durante esta semana. De alguna forma no entendía el atractivo que la herramienta podía presentar a nivel didáctico, con lo que me siento bastante identificado con la objeción que se plantea en el artículo a propósito del interés de determinados formatos si sólo sirven para realizar actividades análogas que se pueden plantear con igual o mayor eficiencia desde procedimientos tradicionales. Dicho esto, me ha interesado la definición del blog que se plantea en el artículo como, al mismo tiempo, plataforma/formato y proceso, es decir, como un concepto de creación compartida que permite una mayor introducción de archivos multimedia y un nivel más elevado de personalización que los foros. En fin, de alguna forma me ha despertado la curiosidad y, aunque se apunte claramente al final del texto de Lara que el docente debe manejarse con soltura en el uso de blogs para poder motivar y canalizar las actuaciones de sus estudiantes, se me están ocurriendo formas de explotar este recurso en uno de los grupos que tengo ahora.
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